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miércoles, 20 de julio de 2016

Computación cuántica es investigada en el país



Por Eduardo Quintana

El Dr. Benjamín Barán, Premio Nacional de Ciencias 1996, es pionero en la investigación sobre computación cuántica en nuestro país. El investigador asegura que hoy es más fácil hacer ciencia en Paraguay.

El Dr. Benjamín Barán es premio nacional de ciencias 1996 / ABC Color
Hablar del profesor Barán es reconocer que estamos ante una institución académica, no por sus varios títulos, logros científicos o reconocimientos, sino por la profundidad y elocuencia de sus ideas y por la transparencia con que comunica su pasión por enseñar e investigar.
Barán es doctor en Ingeniería de Sistemas y Computación por la Universidad Federal de Río de Janeiro, máster en Ingeniería Eléctrica por la Northeastern University de Boston e ingeniero electrónico, por la Universidad Nacional de Asunción.
Enseñó en universidades de tres continentes, tiene publicados más de un centenar de publicaciones en prestigiosas revistas y actualmente ocupa el segundo puesto en el índice de Google Académico de investigadores paraguayos, con 1492 citaciones, y es el primero en su área. Se destaca también como investigador de nivel III, el máximo, del Programa Nacional de Incentivo a Investigadores (PRONII), del Conacyt.
Entre sus reconocimientos se destacan: Honor al Mérito Latinoamericano en Informática 2013, el Premio Panamericano en Computación Científica 2012, el Premio Nacional de Ciencias del Paraguay 1996 y el premio Andrés Barbero 1982 de la Sociedad Científica del Paraguay.
Actualmente, es presidente de la Consultora Barán y Asociados y colabora con varios grupos de investigación y sigue enseñando y asesorando en diversas universidades.
Este miércoles 20 disertará sobre computación cuántica y su repercusión en los próximos años en la tecnología. La ponencia se da en el marco de las X Jornadas de Jóvenes Investigadores de la Universidad Nacional de Asunción.
- Acabás de ir a Encarnación para una ponencia en la Universidad Nacional de Itapúa, UNI.
- Efectivamente, tuve el inmenso honor de formar parte del jurado encargado de escoger la treintena de trabajos que representaría a la Universidad Nacional de Itapúa, de entre decenas de trabajos y dicté una conferencia el viernes 8 de julio en el acto de clausura de las Jornadas de Jóvenes Investigadores titulada “Desafíos Contemporáneos de los Jóvenes Investigadores en el Desarrollo de la Ciencia en América Latina”.
- ¿Es diferente hoy hacer ciencia en nuestro país con respecto a algunos años atrás?
- Recordando mis inicios como investigador en Paraguay, sin Internet, sin Conacyt, sin profesores investigadores a tiempo completo, sin postgrados en ciencias tecnológicas, sin investigadores reconocidos en el país en mis áreas de estudio, definitivamente todo ha cambiado muchísimo.
Hoy hay becas para quienes quieren estudiar postgrados, inclusive en el extranjero con las Becas Carlos A. López, un Programa de Incentivo a los Investigadores como el PRONII del Conacyt, acceso a innumerables publicaciones científicas, sobre todo usando el CICCO, el portal de información científica del CONACYT, existen referentes nacionales cuyos trabajos científicos son fácilmente accesibles utilizando el Google Académico, estamos conectados al mundo y hasta tenemos proyectos internacionales, como los proyectos Math AmSud donde varios investigadores de áreas como Matemáticas y Computación venimos colaborando.
Si miramos para atrás y vemos todo lo que se avanzó en las últimas dos décadas, deberíamos sentirnos muy optimistas con el futuro de nuestra patria.
- ¿Es diferente aún en la actualidad hacer ciencia en un lugar como Ciudad del Este o Encarnación a diferencia de Asunción?
- Todavía estar en un país desarrollado es mejor que estar en un país en desarrollo, todavía estar en Asunción es mejor que estar en Encarnación o Ciudad del Este, pero la brecha se achica en la medida que nuevas posibilidades aparecen gracias a Internet, nuevas tecnologías nos acercan de los que están lejos (aunque algunos opinen que nos alejan de los que están cerca), el conocimiento se globaliza y la telepresencia permite trabajar con personas que están en cualquier lugar del mundo.
Insisto, la brecha se acorta y parece que ahora solo depende de la inteligencia, perseverancia y capacidad de trabajo y organización de los investigadores. El lugar geográfico dejó de ser el punto central que define donde puede trabajar un investigador.
- ¿Todavía falta sinergia entre nuestras universidades y centros de investigación?
-¡Nos falta mucho camino por andar! Como dije, si miramos atrás hemos avanzado mucho, si miramos a hermanos latinoamericanos de México, Brasil, Chile o Colombia (ya no digamos Estados Unidos, Japón o Europa), nos queda demasiado por hacer y no podemos darnos el lujo de descansar porque el tren de la era del conocimiento pasa muy rápido y no avanzar a su velocidad es quedarse atrás en el subdesarrollo digital.
- Ahora estarás en las Jornadas de Jóvenes Investigadores de la UNA. ¿Cómo pueden los jóvenes iniciarse en la investigación en Paraguay?
- El punto de partida es conocer la ciencia, deleitarse con sus conquistas y el descubrimiento de nuevos conocimientos, pues no se puede descubrir la vocación de futbolista si nadie juega fútbol. Descubierta la vocación, todo se hace más fácil hoy en día porque las oportunidades crecen día a día, aunque todavía no son suficientes. Cada día es más viable ser científico en Paraguay. Los jóvenes no deben descartar esta opción si tienen vocación. ¡La patria los necesita!
- ¿De qué trata la computación cuántica de lo que hablarás el miércoles en las X Jornadas de Jóvenes Investigadores de la UNA?
-La computación cuántica es una tecnología basada en la Física Cuántica que tiene el potencial de cambiar radicalmente nuestras vidas en una o dos décadas más. Necesitaríamos mucho espacio para explicar los detalles por lo que me limitaré a dar 2 ejemplos: Primero, el algoritmo de Peter Shor que podría romper la seguridad de los certificados digitales con que hoy hacemos muchas transacciones bancarias y obligará a todo el sistema financiero mundial a cambiar sus esquemas de seguridad y, en segundo lugar, la impresionante teletransportación que hoy ya se hace en laboratorio.
Invito a los interesados a participar de la conferencia que dictaré el próximo miércoles, en el Campus de la Universidad Nacional de Asunción, o mejor aún, al curso de Posgrado que dicto en la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción - FPUNA.
- ¿Sos pionero en el área de computación cuántica en Paraguay?
-Supongo que sí, aunque mucho debo a los alumnos que me vienen acompañando y a los colegas como el Dr. Marcos Villagra que me acompañan. Me honra decir que ya hay una media docena de alumnos que hicieron sus trabajos de tesis conmigo en esta apasionante área de investigación y que ya tenemos una razonable cantidad de artículos presentados en América y Europa, sin contar el par de artículos que estamos escribiendo pues ya tenemos resultados muy interesantes que compartir con la comunidad científica.
-En una de tus varias conferencias habías dicho que hace un par de décadas, tenían que turnarse para usar el incipiente servicio de internet que había en Paraguay, ¿hoy la información y el acceso al conocimiento es mejor y más simple?
-Desde luego que sí. Tenemos Internet en el bolsillo todo el tiempo gracias al Smart-Phone (o Listófono, como le dicen en algunos lugares de España).
- ¿Cuál es tu visión con respecto a la Universidad Científica y Tecnológica del Paraguay que está impulsando el actual Gobierno?
-No soy todavía la persona adecuada para opinar sobre este tema, aunque veo como muy loable y prometedor que Paraguay se proponga tener al menos una universidad categorizada entre las 100 mejores del mundo. ¿Por qué no? Nos merecemos una buena universidad de investigación, así con el tiempo podremos soñar en tener un Premio Nobel paraguayo en ciencias.
- Por último, ¿cómo podríamos promover la cultura científica en nuestro país?
-¡Ya lo empezamos a promover, aunque quede mucho por hacer! Me gustaría ver más destaque en la prensa escrita, más programas de televisión, más ferias de ciencia en escuelas y colegios, para que la gente entienda lo que es ciencia, se interese, se apasione y descubra su vocación.
Me gustaría que existan más becas para los jóvenes que descubran su vocación, desearía que cada alumno que se anime a ser un postgrado en ciencias lo pueda hacer en el país, sueño con no despedir a tantos alumnos queridos que desean hacer un doctorado porque no conseguimos becas para ellos en nuestros programas nacionales, aunque sobren oportunidades para viajar al exterior, por ejemplo con las Becas Carlos A. López.
No parece tan caro ni tan difícil hacer realidad todo esto. Si tenemos fondos para las Becas Carlos A. López, lo que mencioné parece ser incluso más barato. ¡Creo que lo lograremos!

Fuente: ABC

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